DESDE ARGENTINA
Por Carlos Madama - Buenos Aires, Argentina.
ESCRITOS MÁGICOS
Cuando uno levanta la tapa del ordenador, aparecen desafiantes letras, símbolos, números y una fila más de teclas que parecen inocentes pero que no lo son. ¿Y qué hace uno con semejante oferta? eso siempre depende del escritor que desliza sus dedos de acuerdo a lo que le va dictando la inspiración primero y las ganas de escribir después.
Hay una anécdota dentro del periodismo que tiene como protagonistas al director de un periódico y a dos aspirantes a ocupar el puesto de jefe de redacción. Los dos habían pasado todas las pruebas determinantes y uno de los dos sería el afortunado a ocupar tan alto puesto de trabajo.
El director entonces los miró a ambos y les propuso que el cargo sería para quien hiciera la mejor nota sobre Dios.
El primero, católico ferviente, creyó que su referente estelar lo había iluminado y salió presto a sentarse frente a su máquina de escribir y se puso a redactar su nota del año.
El segundo se quedó unos minutos más, miró fijamente al mandamás y le advirtió ¿Puedo hacerle una pregunta? Ante el asentimiento de éste le dijo “¿La nota sobre Dios, la quiere a favor o en contra?”
--No hacen falta más pruebas, el puesto es suyo…
En la escritura hay un punto determinante y es el criterio de quien manipula las teclas a su antojo.
Tranquilamente en algunas de las redacciones del mundo, habrá algún periodista diciendo que en la guerra entre Israel e Irán, tienen razón los primeros, mientras que tal vez en el mismo lugar de trabajo estará quien escriba que no es tan así y que los malos son los otros.
Habrá quien diga que las dictaduras de Venezuela y Nicaragua no son tales y que es maravilloso vivir bajo el régimen de los “democráticos” Nicolás Maduro o Daniel Ortega, respectivamente, aunque en el mundo ambas situaciones se escriban de otra manera.
En Argentina algunos periodistas dicen que el presidente Javier Milei, es ni más ni menos que la solución exacta y necesaria para armar el rompecabezas totalmente desarmado que dejaron tantos años de populismo barato y también están los que escriben que Milei es un loco sin cura. ¿Trump? Santo para algunos y diablo para otros. ¿Putin? Diablo para algunos, santo para otros.
Lo mismo pasa con el fútbol y con todos los deportes y con la religión y con las estaciones del año y con las vacaciones en el calor o en el frío. Todo escrito es mágico y la varita que convierte las ideas la maneja una mente dispuesta a no moverse de sus ideas y pensamientos y de las órdenes editoriales.
De todos modos y dependiendo siempre del cristal con qué se mire, tantas teclas anfitrionas de aventuras apasionantes se merecen el buen trato que les dan aquellos que no venden su alma y que no les importa quedar mal ni con uno ni con otro y que hoy escriben sobre la mayor masacre del mundo y mañana redactan el cuento de amor que soñaría cualquier persona con el corazón latente.
En mi caso, las teclas son siempre las mismas y la coherencia también.
