top of page

FLORIDA

Por En USA news

La historia de Giahbella 

Giahbella Galeano nació el 31 de marzo de 2025, doce semanas antes de lo esperado. Su fecha estimada de parto era el 20 de junio, pero la vida tenía otros planes. La mañana del 22 de marzo, rompí fuente inesperadamente a las 27 semanas de embarazo. Fue uno de los momentos más aterradores de mi vida. Me ingresaron en Broward Health Coral Springs con la esperanza de que pudiera mantener a mi bebé dentro de mi vientre el mayor tiempo posible, idealmente hasta la semana 34. De inmediato, uno de los doctores de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (NICU) pasó a saludarnos y a explicarnos todo el proceso si nuestra Giahbella llegaría antes de las 40 semanas, lo que era más probable ya que había roto fuente. Esa posibilidad nos hizo sentir más tranquilos.

Logré resistir una semana más con Giahbella en mi vientre. Durante ese tiempo, recibí dos dosis de esteroides para ayudar a desarrollar los pulmones de mi bebé, además dos goteos de magnesio para proteger su pequeño cerebro. 

El viernes 28 de marzo comencé con contracciones fuertes, y la madrugada del lunes 31, a las 6:45 a.m., fui llevada de emergencia al quirófano para una cesárea. Lo que estaba por venir no lo hubiera imaginado jamás.

Justo antes de que me llevaran a sala de cirugía, a las 6:57 a.m., mi esposo recibió un mensaje que hasta hoy nos estremece el alma:

“Tu proceso, tu prueba está terminando… y un milagro se está acercando. Dios es mi guía.”


Fue como una señal divina, un susurro del cielo diciéndonos que todo estaría bien. 

A las 7:37 a.m., nació mi guerrera, Giahbella, respirando por sí sola. Tuvimos solo un momento para una foto rápida y unos besitos en sus mejillas antes de que la llevaran de inmediato a la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (NICU), donde pasaría los siguientes dos meses de su vida.

Mi esposo y mis padres pudieron verla de inmediato en lo que sería su habitación privada en la NICU. Mientras tanto, yo era llevada a recuperación por el proceso de la cesárea. Esa misma noche, finalmente pude verla: mi pequeña luchadora, dentro de una incubadora, conectada a cables y oxígeno. No pude evitar romper en llanto y culparme por todo lo que estaba viviendo mi bebé tan frágil y pequeñita.

Desde la habitación de recuperación, justo al frente de la NICU, con el dolor físico de la cesárea y la frustración de intentar producir leche materna con la esperanza de que mi cuerpo respondiera, me levantaba a cualquier hora para ir a verla.

 

Cuatro días después me dieron de alta, y salir del hospital sin mi bebé en brazos fue una de las sensaciones más vacías que he sentido.

Lo que vivimos durante esos 70 días fue una montaña rusa: altibajos, ansiedad, miedo y mucha incertidumbre. Pero cada día estuvimos ahí, visitándola, amándola. A pesar de lo duro, la experiencia fue más llevadera gracias a los maravillosos médicos y enfermeras de la NICU. Irse todos los días sin tu bebé es desgarrador. Cada vez que veía a una familia salir con su recién nacido, no podía evitar quebrarme por dentro. Sin embargo, siempre supe que mi hija estaba en las mejores manos.

Los médicos, enfermeros y enfermeras, no solo cuidaban a Giahbella con dedicación, también nos cuidaban a nosotros. Cada mañana llamábamos para saber cómo había pasado la noche, y siempre nos atendían con amabilidad, dándonos cada detalle con cariño. Cuando estábamos con ella, nos explicaban cada monitor, cada alarma, cada paso con tranquilidad y sin actitud. Nos hicieron sentir parte del equipo que luchaba por su vida.

Jamás tendremos suficientes palabras para agradecer al equipo de labor y parto, al personal de madre y bebé, y a todos los que forman parte de la NICU de Broward Health Coral Springs. Gracias por su calidez, paciencia, conocimiento y entrega.

¡Varias personas me han dicho que este es uno de los mejores NICU en el condado de Broward, y aunque no he visto otros, creo que sí es el mejor! No solo por su personal, pero también por lo moderno, limpio, y comodidad de las instalaciones.

 

Cuenta con 12 habitaciones completamente privadas, donde los padres pueden estar con su bebe las 24 horas del día, con la comodidad de una cama al pie de la incubadora o cuna del bebe. La habitación privada también cuenta con un refrigerador para guardar la leche materna de la mamá. El baño comunal tiene una ducha por si acaso decide pasar la noche junto a su bebé. Si gusta también puede pedir comida del hospital mientras visita su bebé.

Después de 70 días, nuestra valiente Giahbella "se graduó" de la NICU. El día que finalmente la llevamos a casa, entregamos tarjetas de agradecimiento a las enfermeras, pero sabemos que ningún gesto podrá expresar completamente la gratitud infinita que sentimos hacia todo el equipo del área de maternidad de Broward Health Coral Springs. ¡Recomiendo este hospital para maternidad con los ojos cerrados!

Nuestra historia no fue la que imaginamos, pero fue la que Dios escribió para nosotros. Le damos infinitas gracias a Dios por este milagro y que nuestra hija esté sana y salva.

 

Djinji Crocker, madre de Giahbella

bottom of page